sábado, 21 de marzo de 2009

Marx y Su Concepto del Hombre - Capítulo 2


Capítulo 2: El materialismo histórico de Marx

En la terminología filosófica, el “materialismo” (o “naturalismo”) se refiere a una concepción filosófica que sostiene que la materia en movimiento es el elemento fundamental del universo.
Se entiende, por el contrario, por idealismo (Hegel) una filosofía en la que no es el mundo siempre variable de los sentidos lo que constituye la realidad, sino las esencias incorpóreas o ideas.
Marx, en realidad, adoptó una posición firme contra una forma de materialismo filosófico corriente en su época que sostenía, en su forma más superficial, que los sentimientos y las ideas se explican como resultados de procesos químicos, dejando de lado el proceso histórico y social del hombre.
Marx estaba tan lejos del materialismo recién mencionado como del idealismo de Hegel, por eso podía decir justamente que su filosofía no es ni materialismo ni idealismo sino una síntesis: humanismo y naturalismo. El malentendimiento fundamental en que descansa esta interpretación esta en el supuesto de que el materialismo histórico es una teoría psicológica que se refiere a los impulsos y pasiones del hombre. Pero, en realidad, el materialismo histórico no es en absoluto una teórica psicológica; sostiene que el modo de producción del hombre determina su pensamiento y sus deseos y no que sus principales deseos sean los de obtener la máxima ganancia material. Es cierto que ciertas condiciones económicas, como las del capitalismo, producen como incentivo principal el deseo de dinero y propiedad; otras condiciones económicas pueden producir exactamente los deseos opuestos, como el ascetismo y el desprecio por los bienes terrenales, como sucede en muchas culturas orientales y en las primeras etapas del capitalismo.
La interpretación de la historia no tiene nada que ver con su supuesto impulso “materialista” o “económico”, como el impulso fundamental del hombre. La interpretación marxista de la historia podría llamarse una interpretación antropológica de la historia, si se quisiera evitar las ambigüedades de los términos “materialista” y “económico”; es la comprensión de la historia basada en el hecho de que los hombres son “autores y actores de la historia”
En realidad, Marx NO considera al capitalismo como un resultado de la naturaleza humana ni la motivación del hombre en el capitalismo como la motivación o impulso universal del hombre. En cuanto éste último, Marx estableció una diferencia entre los impulsos “fijos” y “constantes”. Marx suponía que el sexo y el hambre caían en la categoría de los impulsos “fijos”, pero nunca se le ocurrió considerar el impulso por obtener el máximo de ganancias económicas como “constante”. Toda la crítica de Marx al capitalismo es, precisamente, que ha hecho del interés por el dinero y la ganancia material el motivo principal del hombre y su concepción del socialismo es la de una sociedad en la cual este interés material dejaría de ser dominante.
La definición de Marx del trabajo tiene un papel central en su teoría. El trabajo es el factor que constituye la mediación entre el hombre y la naturaleza; el trabajo es el esfuerzo del hombre por regular su metabolismo con la naturaleza. El trabajo es la expresión de la vida humana y a través del trabajo se modifica la relación del hombre con la naturaleza: de ahí que, mediante el trabajo, el hombre se modifique a sí mismo. (Citas textuales de Erich Fromm)

En el capítulo 5, la última idea se profundiza con una descripción detallada y extraordinaria de la concepción de Marx sobre el trabajo enajenado o alienado. En las siguientes entradas, las ideas recién mencionadas se continúan en el contexto del tema tratado.

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