viernes, 12 de junio de 2009

Defender lo indefendible: padre Grassi


Hay ciertas cosas que pueden ser discutidas. Se puede hablar de la dureza de la condena (es decir, si es suficiente o si hace falta más); se puede discutir si el padre debería ir o no a una cárcel común (sabemos que allí adentro la pena puede ir más allá de lo estrictamente necesario...). Lo que no puede ser discutido es que de hecho se ha comprobado que el padre Grassi es un pedófilo. Las pericias psicológicas señalan que el perfil del sacerdote es, efectivamente, el de un pederasta. Por otro lado, tenemos las pruebas que muestran una realidad innegable: el padre Grassi es un delincuente sexual.
Lamentablemente, los sacerdotes católicos (digo deliberadamente CATÓLICOS) tienen un prontuario que poco ayuda en la situación del condenado (sí, fue efectivamente condenado). A lo largo de la historia (con estadísticas claras), la pedofilia, el abuso sexual y la corrupción de menores ha sido una tarea practicada en grandes cantidades por estos hombres del Señor, loca costumbre seguramente inducida por la obligación al celibato y la castidad que el Todopoderoso (a quien ruego y agradezco cada día)impone a sus súbditos; creo yo que allí está la piedra angular de la cuestión.
Dejando de lado la ironía barata,a la que volveré en la próxima oración, vamos a la cuestión básica. El día del juicio he visto agrupaciones que defendían al clérigo, cuestión entendible ya que hay varias cosas en juego (¡¡sobre todo niños, si!!). Pero lo que me sorprende es, por un lado la resolución de los jueces que condenan a un pedófilo y lo dejan circular libremente ¡¡y asistir al hogar donde jugaba con los niños!! y por otro lado las manifestaciones de personas (seguramente devotos cristianos, no lo dudo) que dicen frases como "la verdad es del sacerdote y de el o los niños; lo que importa es el hogar" (increíble pero es verdad: lo escuché en un noticiero importante).
La conclusión que sacará mucha gente es que, no quiero subestimarlos, si los chicos se quedan sin hogar es culpa de la justicia o de aquellos que incriminaron al ilustre sacerdote (que tan fielmente representa a sus colegas y comunidad, luego hablaremos de Edad Media, Inquisición y dictaduras). Es todo esto parte de la concepción cristiana de la realidad: el perdón, el arrepentimiento, la redención, etc.,(a veces el fuego estimula a los rebeldes...).
En fin, me encantaría seguir escribiendo sobre las travesuras de la religión católica pero la esencia de lo que quiero expresar se escaparía: el padre Grassi es efectivamente culpable y es grave, patético y terrible que sea defendido como lo han hecho agrupaciones enteras, noticias y blogs (he leído cosas tristes en muchos de ellos) y aún mas grave que pueda seguir en libertad y ¡¡¡asistiendo al lugar donde perpetró los hechos!!!, y lo peor de todo: sacerdotes (católicos, claro) que siguen abusando y destruyendo vidas de niños a lo largo del mundo. Debe ser cambiada la estúpida concepción católica del celibato y la castidad (entre tantas otras cosas), es una cuestión de mero sentido común.
Una persona una vez me dijo que "la religión, por más errores que tenga, impulsaban a los seres humanos a ser mejores". Que curiosa manera de demostrarlo, aunque tal vez mi concepción de "mejor" o "superior" o "progreso" sea la equivocada. Quiero aclarar que esta persona no debe ser tomada enserio (¡¡¡¡me rió a mandíbula batiente!!!!), tiene ciertos problemas de tipo mental.